jueves, 10 de marzo de 2016

(T6) Tubo de Rayos X


Antes de responder a las cuestiones que se proponen, se explicará primeramente el funcionamiento del tubo de rayos X y sus partes. Además, se explicará el espectro de emisión que genera.


Tubo de rayos X


Un tubo de rayos X es una válvula de vacío utilizada para la producción de rayos X, emitidos mediante la colisión de los electrones producidos en el cátodo, o polo negativo, contra los átomos del ánodo, o polo positivo.

En el tubo de rayos X se va a producir una corriente de electrones (mA) que durante un tiempo determinado (s) van a circular desde el cátodo hacia el ánodo gracias a que se establece una diferencia de potencial (kV) entre ambos polos.


El cátodo tiene dos partes principales: 
  • El filamento: Un filamento de rayos X emite electrones cuando se calienta. Si la corriente que atraviesa el filamento posee intensidad suficiente, de aproximadamente 4 A o más, los electrones de la capa externa de los átomos del filamento entra en ebullición y son expulsados del filamento (emisión termoiónica). Es muy importante no confundir la corriente del filamento con la corriente del tubo. El circuito eléctrico del filamento es diferente del circuito del tubo. 
  • La copa de enfoque: La copa de enfoque tiene una potente carga negativa que supera a la repulsión que se establece entre los electrones, de forma que condensa el haz de electrones en un área pequeña de ánodo. Casi todos los tubos de rayos X de diagnóstico tienen dos puntos de focales, uno grande y otro pequeño.
El ánodo es el lado positivo del tubo de rayos X. Existen dos tipos: 
  • Estacionarios, que se utilizan en aparatos que no requieren intensidad ni potencia altas en el tubo.
  • Rotatorios, que son capaces de producir haces de rayos X de alta intensidad en un tiempo breve. Ambos tipos poseen una estructura de soporte y un blanco.
El blanco es el área del ánodo con la que colisionan los electrones procedentes del cátodo. En los tubos de ánodo estacionario, el blanco consta de un metal de aleación de wolframio integrado en el ánodo de cobre. En los ánodos de tubo rotatorio, el blanco es todo el disco giratorio. El área de impacto de los electrones en los ánodos rotatorios es una pista circular que, gracias a la rotación, presenta un área de blanco que no es siempre la misma en cada instante, con lo que el calor se disipa en un área mucho más grande que en uno estacionario. Gracias a estas características, es posible obtener mayores corrientes del tubo y tiempos de exposición más cortos con el ánodo rotatorio.

La energía con que se aceleran los electrones desde el cátodo al ánodo dará lugar a radiaciones de diferentes frecuencias, más elevadas cuanto mayor sea la velocidad alcanzada por estos electrones. 


Espectro de emisión de rayos X


El espectro de emisión de rayos X es el número de fotones de rayos X emitidos en función de la energía de dichos fotones.


Como se puede ver en la imagen, el espectro está formado por la radiación de frenado o bremsstrahlung y la radiación característica.
  • Radiación de frenado: toda partícula cargada, que experimenta un cambio de velocidad, irradia parte de su energía en forma de ondas electromagnéticas, emitidas en forma de espectro continuo. Esta radiación se conoce con el nombre de radiación de frenado o bremsstrahlung. La radiación de frenado constituye el fundamento de la obtención de rayos X para su utilización en radiodiagnóstico o en radioterapia (colisión radiativa: e- con núcleo).



  • Radiación característica: cuando la energía de los electrones es suficiente para expulsar electrones de capas profundas de átomos del blanco, se disponen de huecos en las capas internas de la corteza electrónica, que se rellenan con electrones procedentes de capas más superficiales, emitiéndose fotones característicos de ese material y constituyendo así el espectro de rayos X característico. La energía será discreta ya que depende de los niveles energéticos de los electrones en el átomo y solo hay una serie de transiciones permitidas. Dependen exclusivamente de los núcleos blanco (colisión inelástica: e- con átomo).




1.- Qué características constructivas del tubo de rayos X se correlacionan con qué características del espectro de emisión de los rayos X


Las características constructivas que influyen en el espectro de emisión de rayos X son:

El material del que está formado el blanco

El material del blanco influye más en la parte discreta del espectro de emisión que en la continua. Al aumentar el número atómico (Z) del blanco, el espectro discreto se desplaza hacia la derecha, ya que la radiación característica es de energía más alta (la energía de ligadura aumenta con Z).


En la imagen se muestran cuatro espectros, el del molibdeno (Z=42), el del Rodio (Z=45), el del tungsteno o wolframio (Z=74) y el del oro (Z=79). Se puede observar que el espectro característico del molibdeno está en torno a 18 keV, el del Rodio a 23 keV, el del tungsteno por debajo de 70 keV y el del oro en torno a 75 keV.

La radiación característica de mayor interés en radiología es la que proviene de la expulsión de un electrón de la capa K (bien sea de Wolframio o de Molibdeno) y para que se dé este tipo de radiación característica, la energía del electrón incidente deberá ser superior a la energía de enlace de la capa K. Por ejemplo, en un átomo de wolframio, los electrones de la capa K tienen una energía de 69,4 keV.

La radiación característica tiene aplicación en técnicas radiográficas especiales, como en la mamografía, que precisa rayos X de baja energía para diferenciar mejor, por su distinta absorción, los componentes de al glándula mamaria. Se utiliza un ánodo de molibdeno con un kilovoltaje de 25 a 35 kV, emitiendo radiación de frenado y característico para mejorar el contraste de las estructuras mamarias.

Distancia cátodo ánodo.

El chorro de electrones se genera en el filamento del cátodo y se lanza contra el blanco del ánodo. La distancia que tienen que recorrer estos electrones hasta llegar al ánodo supone una resistencia a su desplazamiento y, por tanto, una reducción de la energía cinética que tienen originalmente los electrones al escapar del cátodo. Cuando la distancia entre el cátodo y el ánodo (dC-A) disminuye, la energía con la que chocarán los electrones contra el blanco del ánodo será mayor, generando un espectro de emisión de rayos X que tendrá un área bajo la curva mayor, es decir, generando mayor intensidad de los rayos X.


2.- ¿Qué características de la operación del tubo de rayos X se correlacionan con qué características del espectro de la radiación producida? (o lo que es lo mismo, que controles tiene y que es lo que controlan)

La forma general de un espectro de emisión es siempre la misma, pero su posición relativa sobre el eje de energías puede variar. Cuanto más hacia la derecha se encuentre el espectro, mayor es la energía efectiva del haz de rayos X mientras que cuanto mayor sea el área bajo la curva mayor es la intensidad de rayos X. Los principales factores que afectan al espectro de emisión de rayos X son:
  • Corriente del tubo (mA): Un cambio en mA produce un cambio proporcional en la amplitud del espectro de emisión de rayos X a cualquier energía.
  • Voltaje del tubo (kVp): Un aumento en kVp produce un aumento en la amplitud del espectro de emisión a cualquier energía, pero un aumento aún mayor a altas energías que a bajas energías. Por consiguiente el espectro se desplaza hacia la derecha.
  • Filtración añadida: Al añadir filtración a un tubo de rayos X se produce una reducción de la intensidad de pero un incremento de la energía efectiva; absorbe más efectivamente los rayos X de baja energía que los de alta energía (el espectro de emisión de rayos X bremsstrahlung se reduce más por la izquierda que por la derecha).
  • Forma de la onda de voltaje: Las operaciones en trifásico y a alta frecuencia son más eficientes que en fase única. Operar en trifásico y a alta frecuencia aumentan tanto la intensidad como la energía efectiva de los rayos X.
 

3.- ¿Por qué han de estar los tubos a vacío?

La necesidad de que los tubos de rayos X estén al vacío reside en que los electrones proyectil necesitan adquirir energía en su viaje desde el cátodo hasta el ánodo. Si esa energía adquirida es lo suficientemente grande, los electrones proyectil tendrán la capacidad de interaccionar con los átomos del blanco de varias formas:
  • Interacción con los electrones de las capas internas de los átomos del blanco: arrancando totalmente el electrón, ionizando el átomo y produciendo los rayos X característicos.
  • Interacción con el campo nuclear de los átomos del blanco: Dado que los electrones proyectil están cargados negativamente y el núcleo de los átomos del blanco positivamente, existirá una fuerza electrostática de atracción entre ambos que, si la distancia es pequeña, frenara al electrón proyectil y le hará cambiar de trayectoria, quedando con una energía cinética menor y una dirección distinta. Esta pérdida de energía reaparece en forma de rayos X bremsstrahlung (radiación de frenado).
Si el medio por el que los electrones proyectil viajan del cátodo al ánodo no se encontrase al vacío, la energía que fuesen ganado por el campo eléctrico la perderían en choques con moléculas de aire; lo que eliminaría su capacidad de interactuar con las capas internas de los átomos del blanco y reduciría en mucho la energía de los rayos bremsstrahlung (es fácil de comprender que la cantidad de energía que puede perder un electrón está críticamente limitada por la energía que tiene; no se puede perder más energía de la que se tiene). 


4.- Por qué es importante el espectro de emisión para la radiología ¿no son iguales todos los rayos X?


El cuerpo humano está formado por distintos tejidos de distintas densidades. En función de la parte del cuerpo que se desee radiografiar, será necesaria una mayor o menor intensidad de rayos X. Como podemos ver en la siguiente gráfica, la penetración de los rayos X aumenta conforme aumenta la energía de los fotones. Por tanto, al variar el espectro de emisión de los rayos X, varía la penetración de éstos al tejido humano, pudiéndose obtener imágenes radiográficas con más detalle cuanto mayor es la penetración.


En la siguiente imagen se muestran las energías necesarias para penetrar en diferentes partes del cuerpo.




Referencias:


Bushong, S. C. (2005). Manual de radiología para técnicos. Barcelona: Elsevier España.

jueves, 3 de marzo de 2016

(T4) Dosis de radiación



1. Elegid dos fuentes de radiactividad (al menos), una natural y una artificial, y buscad los valores de actividad que poseen (o de dosis que producen). Comparado los posibles efectos biológicos de la exposición a esas fuentes.
Para este ejercicio hemos elegido:

  • Fuente natural: Gas radón
  • Fuente artificial: Tomografía Computarizada (TC)
Fuente artificial: Gas radón
Primero veamos una pequeña introducción a este curioso elemento...
El radón es un elemento químico perteneciente al grupo de los gases nobles. En su forma gaseosa es incoloro, inodoro e insípido (en forma sólida su color es rojizo). En la tabla periódica tiene el número 86 y símbolo Rn. Su masa media es de 222, lo que implica que por término medio tiene 222-86 = 136 neutrones. Igualmente, en estado neutro le corresponde tener el mismo número de electrones que de protones, esto es, 86.
El radón es producto de la desintegración del radio (226Ra), elemento altamente radiactivo. El isótopo 219Rn es producto de la desintegración del actinio, llamado actinón y tiene una vida media de 4 segundos. Además de todos éstos, el radón tiene 22 isótopos artificiales, producidos por reacciones nucleares por transmutación artificial en ciclotrones y aceleradores lineales. El isótopo más estable es el 222Rn, también el más abundante, con una vida media de 3,8 días y producto de la desintegración del 226Ra. Al emitir partículas alfa se convierte en 218Po.

Los átomos radiactivos que el radón emite al descomponerse pueden engancharse a partículas de polvo y quedar atrapadas en sus pulmones. A medida que continúan descomponiéndose en el interior de los pulmones, los átomos radiactivos despiden pequeñas explosiones de energía que pueden dañar los tejidos del pulmón y causar cáncer. Según el comité científico de las Naciones Unidas sobre los efectos de la radiación atómica (UNSCEAR), el radón es la fuente de radiación más importante a la que está expuesto el público en general, contribuyendo un 43% de la dosis total. 
 
 Dosis de Radón:
Suelo: Se halla generalmente entre 10 y 50 Bq/kg.

Materiales de construcción: Un promedio sería: 50 Bq/kg. Algunos, conteniendo subproductos de yeso y hormigón con alumbre bituminoso, pueden presentar, incluso, concentraciones superiores.

Aire exterior: Según los últimos datos disponibles el valor medio para el radón es de 10 Bq/m3 en áreas continentales, algo inferior en las zonas costeras y sobre los océanos de aproximadamente 0.1 Bq/m3.
Agua de consumo: En algunas regiones del planeta en las que el agua utilizada procede de pozos perforados en rocas con una elevada concentración de radón se ha demostrado que el nivel de radón en agua puede llegar a valores de 100 kBq/m3. El valor medio mundial de radón en el agua de consumo se considera que es de 10 kBq/m3.
**La radiactividad se mide en becquerelios (Bq). Un becquerelio corresponde a la transformación (desintegración) de un núcleo atómico por segundo. La concentración de radón en el aire se mide por el número de transformaciones por segundo en un metro cúbico (Bq/m3).

Cuando hablamos de efectos biológicos de la radiación, hablamos en unidades de Sieverts (Sv), tiene en cuenta características de los tejidos y la forma en la que absorbemos esta energía radiactiva. Y, como promedio, una persona de la Tierra, recibe una radiación de, aproximadamente 3mSv en un año. 

Fuente natural: Tomografía computarizada
La tomografía computarizada (CT) es una técnica de imagen médica que utiliza radiación X para obtener cortes o secciones de objetos anatómicos con fines diagnósticos. La representación final de la imagen se obtiene mediante la captura de las señales por los detectores y su posterior proceso mediante algoritmos de reconstrucción.
Las exploraciones de CT de órganos internos, hueso, tejido blando y vasos sanguíneos ofrecen mayor claridad y visualizan más detalles que las exploraciones convencionales de rayos X (tales como las radiografías).
Mediante exploraciones de CT los médicos pueden diagnosticar con mayor facilidad enfermedades, tales como el cáncer, enfermedades cardiovasculares, infecciosas, problemas traumatológicos y del sistema músculo-esquelético.
Sin embargo, y como ya nos lo podíamos imaginar, no todo podía ser bueno en el uso de esta tecnología. El aumento de la claridad y del nivel de detalle conseguido mediante esta técnica se debe a la realización de un gran número de radiografías simples que, como ya se ha comentado se procesan mediante algoritmos de reconstrucción para formar la imagen final. Esto hace que la dosis efectiva en las pruebas de TC sea muy elevada; por ejemplo en una TC abdominal, se puede recibir la radiación de más de 500 radiografías de tórax
Un estudio realizado a 700.000 niños de 0 a 19 años sometidos anteriormente a exploraciones de Tomografía Computarizada (TC) confirmaría un incremento de un 24% en la incidencia de cáncer (cáncer encefálico y leucemias), en relación con población de similar edad no sometida a TAC. El riesgo aumentaría cuanto mayor es el número de exploraciones realizadas y cuanto menor es la edad del niño.
¿Y si comparamos esta radiación con la recibida en un TAC?
Si recordamos que como promedio, una persona de la Tierra recibe una radiación de aproximadamente 3mSv en un año, podríamos calcular que si nos realizamos una tomografía de abdomen y pelvis sencilla, recibimos una dosis de 10mSv, que corresponde a ¡nada menos que a 3 años de radiación natural de exposición al gas Radón!
En la siguiente gráfica se muestran las dosis aproximadas de radiación efectiva para TC realizadas en distintas regiones corporales y su comparación con la radiación natural de fondo:

Moraleja: Ventila tu casa y no te hagas más pruebas de las estrictamente necesarias.
2. Existen aplicaciones de móvil capaces de convertir tu teléfono en un detector de radiación ¿puedes encontrar alguna?
Una aplicación de Android podría convertir la cámara de tu smartphone en un auténtico detector de radiación. El trabajo de los científicos del Idaho National Laboratory ha suscitado incluso el interés del Departamento de Defensa de los Estados Unidos.
Suena a ciencia ficción, pero el avance de la tecnología es imparable. Un nuevo estudio científico realizado por el físico Joshua Cogliati nos acerca a un futuro prometedor: los dispositivos móviles servirían para muchas más cosas que para llamar y enviar mensajes. Una realidad a la que ya estamos acostumbrados, y en la que los smartphones demuestran su “inteligencia” a diario. En esta ocasión, Cogliati ha comprobado que la cámara de estos terminales podría servir como detector de radiación.
El trabajo de investigación, publicado en arXiv, explora el poder de los sensores CMOS para determinar el nivel de radiación a la que estamos expuestos. Pero no cualquier tipo de radiación, sino de forma específica los rayos gamma, un tipo de radiación ionizante muy potente, que es usada de manera común para esterilizar, por ejemplo, material quirúrgico.
El contacto de un individuo con este tipo de rayos puede ser potencialmente dañino, ya que su capacidad penetrante llega hasta el núcleo de nuestras células, pudiendo originar incluso cambios en el ADN perjudiciales. Por este motivo, contar con un detector de radiación portátil podría servirnos para asegurarnos cierta protección frente al posible contacto con zonas donde esta radiación sea elevada.
El sensor CMOS está formado por un conjunto de cajas pequeñas, de hecho, por millones de estas cajas. La señal que da cada una de ellas es lo que llamamos píxel. De ahí que las imágenes de las cámaras tengan varios megapíxeles, porque los millones de cajas del detector CMOS dan millones de señales. Y cada caja, ¿qué es realmente? Su nombre técnico es fotodiodo.
Los científicos del Idaho National Laboratory, conscientes del potencial que presentan los sensores de las cámaras, desarrollaron una aplicación de Android para utilizar nuestros dispositivos móviles como un posible detector de radiación. La app, denominada CellRAD, fue probada luego en cuatro terminales (Samsung Nexus S, Samsung Galaxy Nexus, Samsung S III y LG Nexus 4), para comprobar si efectivamente servía como sensor de los rayos gamma recibidos por el teléfono.
Aunque la investigación suena a un futuro irreal, lo cierto es que el Departamento de Defensa de los Estados Unidos apostó inicialmente por este proyecto con una ayuda económica federal. Lógicamente, la sensibilidad de un smartphone como detector de radiación no será tan elevada como en un dispositivo de detección normal, pero el trabajo de Cogliati permite medir niveles bajos de rayos gamma antes de que pudieran convertirse en perjudiciales para nuestra salud. Una muestra más de cómo la tecnología puede ayudar en el cuidado de nuestra salud.

Referencias:
https://es.wikipedia.org/wiki/Rad%C3%B3n
http://www.radiansa.com/radon/
http://www.insht.es/InshtWeb/Contenidos/Documentacion/FichasTecnicas/NTP/Ficheros/401a500/ntp_440.pdf
https://es.wikipedia.org/wiki/Tomograf%C3%ADa_axial_computarizada
http://www.bmj.com/content/346/bmj.f2360
http://www.radiologyinfo.org/sp/pdf/safety-xray.pdf
http://blogthinkbig.com/smartphone-detector-de-radiacion/

martes, 1 de marzo de 2016

(T3) Cuestiones

1. Calcular cuantos átomos hay en 1 cm de arista de un cubo del material que elijas (si es un sólido y es elemental es más fácil, lo hemos comentado en clase).

Para este ejercicio elegiremos el magnesio como elemento de estudio, en concreto el isotopo magnesio-24:


Podemos ver que el número másico de este elemento es 24 por lo que, atendiendo al número de Avogadro, 6,022·1023

Por otro lado, la densidad del magnesio es: 


En este punto, ya sabemos dos cosas:
  • 24 gramos de magnesio-24 tendrán 6,022·1023 átomos. 
  • Un cubo de magnesio-24 de 1 cm de arista, tendrá una masa de 1,738g. 

Mediante una simple regla de 3, podemos calcular el número de átomos que hay en un cubo de magnesio-24 de 1cm de arista; que es lo mismo que calcular el número de átomos que hay en 1,738g de magnesio-24:


Por último, para calcular la cantidad de átomos que hay en 1 cm de arista tendremos que asumir que los átomos están igualmente distribuidos en el cubo. Una vez realizada esta suposición, es fácil comprender que la cantidad de átomos en 1 cm de arista es igual a la raíz cúbica del número total de átomos en el cubo: 



2. ¿Qué fotón tiene más energía, uno rojo o uno azul? ¿Cuantas veces más?


Para responder a esta cuestión, es necesario hacer uso de la "relación de Plank":


Donde:
  • λ ≡ longuitud de onda [m]
  • h ≡ cte. de Plank = 6,626 ·10-34 [J·s]
  • c ≡ velocidad de la luz ≈ 3·108 [m/s]

Como se puede observar, esta fórmula relaciona la energía de un fotón con su longitud de onda (λ). Así pues, fotones con diferentes longitudes de onda, tendrán diferente energía.

El espectro de emisión de la luz roja está comprendido entre 618 y 780 nm mientras que el de la luz azul está comprendido entre 460 y 482 nm. Para este ejercicio consideraremos luz roja a 700 nm y luz azul a 470 nm.

De esta forma:



Vemos pues, que los fotones de luz azul tienen más energía que los de luz roja. En concreto:


Un fotón de luz azul a 470 nm es, 1,489 veces más energético que un fotón de luz roja a 700 nm.

(T2) Radioactividad

1. ¿En que unidades se mide (típicamente) la energía de la gráfica anterior? ¿Cuál es el factor de conversión de estas unidades con las más habituales?

La unidad para medir la energía en el sistema internacional es el julio (J). El julio se define como la cantidad de trabajo realizado por una fuerza constante de un newton durante un metro de longitud en la misma dirección de la fuerza. Es decir:


El julio también se puede definir como el trabajo necesario para mover una carga eléctrica de un culombio a través de una tensión (diferencia de potencial) de un voltio.


Sin embargo, la unidad típicamente utilizada para medir la energía procedente de las reacciones nucleares es el electronvoltio (eV). El electronvoltio es una unidad de energía que representa la variación de energía potencial que experimenta un electrón al moverse a través de diferencia de potencial de un voltio.

Se puede observar que la definición de electronvoltio es muy similar a la segunda definición de julio. La única diferencia es que la carga necesaria para obtener 1 julio es 1 culombio y para obtener 1 electronvoltio es la propia de un electrón; es decir 1,602176565·10-19

Entendiendo está similitud, es muy sencillo obtener la relación entre julio y electronvoltio:


Del mismo modo, se puede deducir la relación inversa:


2. ¿De qué orden son los valores de energía que intervienen en las reacciones nucleares? ¿Y en las reacciones químicas?

La energía producida en una reacción nuclear es muy superior a la producida en una reacción química. Para ver la diferencia de energía generada, a continuación se compara la energía producida por la fisión del  235U y la energía producida por la combustión de la Antracita.

La energía desprendida en la fisión de cada núcleo de 235U es, en promedio, de 200 MeV. Aplicando factores de conversión, se puede obtener la energía liberada por cada gramo de 235U:




En comparación con una reacción química, la combustión de 1 kg de carbón de la mejor calidad (Antracita) produce una energía de unos 35 MJ, por lo tanto, cada gramo de antracita producirá:


Comparando la energía producida, un gramo de 235U genera más de 2,2 millones de veces más energía que la combustión de un gramo de Antracita.

3. ¿Podéis hacer un esquema con todos los tipos de reacciones nucleares existentes?

Podemos dividir los distintos tipos de reacciones nucleares en dos grandes grupos atendiendo a su naturaleza: 
  • Reacciones naturales: Son las reacciones que se dan en la naturaleza sin necesidad de que el hombre intervenga. Dentro de este grupo se encuentran: 
    • Fisión nuclear: Un núcleo pesado se disgrega, dando lugar a uno o varios núcleos más ligeros. 
    • Desintegraciones nucleares: Los nucleidos radiactivos son inestables y sufren una transformación espontánea en nucleidos de otros elementos, liberando energía en el proceso. 
  • Reacciones no naturales: Son reacciones que necesitan la intervención del hombre para producirse. Podemos encontrar las siguientes: 
    • Fusión nuclear: Núcleos ligeros se combinan para formar núcleos más pesados. Cabe destacar que los procesos de fusión si que tienen lugar de forma natural en el interior de las estrellas, donde las temperaturas son de millones ºC. 
    • Reacciones de fisión en cadena: Reacciones nucleares que se sostienen en el tiempo al provocar un neutrón la fisión de un átomo, lo cual libera varios neutrones, que a su vez causan otras fisiones. 

Las reacciones más importantes en nuestra asignatura son las desintegraciones nucleares. Las reacciones de desintegración pueden ser de varios tipos, pero antes de explicarlos, conviene recordar la notación utilizada y las distintas partículas involucradas. 

Los elementos se representan mediante su símbolo (X), número atómico (Z) y número másico (A) de la forma:


En cuanto a las partículas, podemos hacer una extensión de esta notación y quedarían de la forma:

  • Protones: 


  • Neutrones: 


  • Electrones: 


  • Positrones: 


  • Rayos Gamma: 


Así pues, los esquemas para representar las distintas desintegraciones nucleares serán:

  • Desintegración alfa: 


  • Desintegración beta positiva: 


  • Desintegración beta negativa: 


  • Desintegración gamma: 


*En las radiaciones beta positivas/negativas también se generan neutrinos y antineutrinos respectivamente. 

Existen otros tipos de reacciones por desintegración nuclear como, por ejemplo, la captura electrónica, pero no vamos a entrar en su detalle.